Himnos de batalla, atambores suenan
y retumban. El hierro contra el suelo
junto al peán lacedemonio atruenan
los oídos causando un gran revuelo.
El fiero Marte y la arquera Artemisa
se dan cita en el llano. La panoplia
refulge: grebas, hoplón y sarisa,
cimera en el yelmo al viento que sopla.
Atenienses, no temáis hoy las parcas
que la vida es pelear, y la Fortuna,
junto a la Fama, están de vuestro lado.
Y si acaso en la Estigia veis la barca
de Caronte, estad orgullosos, que una
muerte en liza es honor, es algo honrado.
martes, 25 de diciembre de 2007
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