En otoño caen las hojas;
de naranjas y amarillos
se viste el bosque y, ya tristes,
regresan los pajarillos
a la lumbre meridiana,
donde el sol con su aureo brillo,
la luna con luz de plata,
las estrellas, los chiquillos,
se visten y se engalanan
y salen a recibirlos.
martes, 1 de enero de 2008
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